La fiebre del reciclaje: Hay muchas cosas mejor que reciclar

 En Consumo Responsable, Formación, Noticias

Por Santiago Fernández Padilla, de @Yourgreensite

Si no gestionamos bien nuestra basura, vuelve a nosotros: Chiste de una playa con basura.Seguramente la mayoría de los que estáis leyendo este artículo recicláis asiduamente (los que no, ya estáis tardando). Las tasas de reciclaje de los distintos residuos en España no dejan de aumentar. Y aunque sobre “reciclar” queda mucho camino por recorrer, hay cosas que son mejores que reciclar.

Por poner un dato, Ecoembes señala que la tasa de reciclaje de envases ligeros, papel y cartón se sitúa en torno al 74,8% en 2015, es decir, que de cada 100 kilos de envases que entran en el mercado, casi 75 kilos son depositados en el contenedor adecuado (aunque seguramente estos datos son demasiado optimistas).

Cuando señalo que aún queda mucho que hacer, me refiero, por ejemplo, a la falta de contenedores dedicados exclusivamente a materia orgánica (actualmente se recogen, en casi toda España, con los restos de basura no reciclable). Además, la mayoría de la población tiene una gran ausencia de información acerca de los residuos que van a cada contenedor o de las consecuencias de reciclar o no reciclar.

Aunque este tema tiene mucha miga, hoy vamos a hablar sobre algo que podemos hacer para contaminar menos y que es incluso mejor que reciclar. Estoy hablando de otras tres ERRES: Reducir, Reparar y Reutilizar (además de la R de Reciclar).

Es cierto que en el colegio ya enseñan (a veces) la importancia de regirnos por las tres erres, pero una vez que somos adultos (o con dinero para gastar) nos incitan a convertirnos en consumidores, por lo que Reducir es algo que se antoja difícil a veces, ya que la publicidad y el marketing hacen muy bien su trabajo y terminamos comprando cosas que ni necesitamos ni queremos.

No te pierdas este breve documental animado sobre la obsolescencia programada y percibida

Por cada kilo de basura que reciclamos, la industria ha producido 70 kilos de residuos que no se reciclan.

Por ello os pido a vosotros, mis apreciados lectores, que antes de adquirir un producto os preguntéis si de verdad os hará feliz dentro de un año. ¿Por qué digo un año? Seguramente todos hemos comprado algo, ropa por ejemplo, que ni hemos estrenado, o solo nos la hemos puesto un par de veces, y cuando hacemos la limpieza del armario vemos esa prenda ocupando espacio. Esta pregunta no solo es para la ropa, ya que tenemos el ejemplo de esa licuadora o esas mancuernas que nos compramos en un impulso y después solo ocupan sitio en el hogar.

Para reducir el consumo también recomiendo comprar “calidad”, productos que no se rompan al poco de usarlos, ya que te evita tener que reemplazarlos: ¡Cuánto bien ha hecho la obsolescencia programada al capitalismo! Como ejemplo concreto, te recomiendo que compres las bombillas del hogar en una ferretería o en una tienda especializada y no en un bazar barato; a la larga, el medio ambiente y tu bolsillo te lo agradecerán.

Alargascencia es una idea de Amigos de la Tierra, para alargar la vida de las cosas.

Alargascencia es una idea de Amigos de la Tierra, para alargar la vida de las cosas.

Una vez hemos hecho todo lo posible para reducir, ponemos en práctica una R que nunca nos enseñaron de pequeños, pero que es muy importante: Reparar.

A veces, cuando se nos rompe algún objeto únicamente pensamos en comprarnos otro nuevo para sustituir el estropeado. Por ejemplo, cuando se rompe una televisión que tiene más de 5 años, pensamos que arreglarla puede suponer más gasto que comprar otra nueva. Sin embargo, en muchos casos la garantía tiene un periodo de vigencia mayor al que creemos, sobre todo cuando el fallo se debe a un error de fabricación. Por lo tanto, recomiendo en primer lugar, buscar los datos de compra para ver si dispone de garantía vigente. También podemos informarnos en la web del producto o llamar a “atención al cliente”. En caso de que la rotura no la cubra el seguro, tenemos la alternativa de acudir a un taller donde nos puedan reparar el objeto por un precio aceptable (aquí tienes una lista de establecimientos donde reparar, intercambiar, alquilar y prestar en toda España).

Por otra parte, cuando ya hemos agotado la posibilidad de reparar el objeto para que cumpla con su función primaria, es hora de buscarle una función secundaria: Reutilizar. Un ejemplo sencillo que podemos aplicar es utilizar la ropa vieja como trapos o donarla si está en buen estado. También podemos utilizar las tablas de los muebles viejos para hacer otros muebles o macetas. Hay que aclarar que determinados objetos no se deben reutilizar para otra función, ya que pueden poner en peligro el medio ambiente, como por ejemplo desmontar una nevera.

La reutilización de objetos puede ser algo divertido si se hace de forma creativa, de tal forma que con un pequeño esfuerzo consigamos objetos decorativos para nuestra casa o para regalarlos a nuestros amigos y familiares. De esta manera damos una segunda oportunidad a objetos cotidianos como botellas, tarros o maderas. Si quieres ir mas allá podrás encontrar en Internet ejemplos para hacer cosas chulas, como un horno solar, muebles, cosas para el jardín o incluso un jardín vertical con palés, un generador eólico con un ventilador de ordenador o con una rueda de bici

Finalmente, una vez que hemos hecho todo lo posible por reducir, reparar y reutilizar, pasamos a la última R: Reciclar. Parece que hoy en día el reciclaje está bien visto y extendido (entendiendo como reciclaje el hecho de usar los contenedores), pero continúa habiendo mucha confusión sobre qué tirar a cada contenedor.

Algunos errores típicos son confundir cristal y vidrio y, así, tirar cristal (vasos o ventanas rotas) en el contenedor verde (sólo apto para vidrio), o tirar perchas de plástico en el amarillo (que no son envases y no se pueden reciclar). Si en algún caso tienes dudas sobre donde tirar un residuo, te recomiendo que hagas una búsqueda en Internet.

Punto limpio: Los ayuntamientos deben informar a los ciudadanos.Además, se siguen tirando productos altamente contaminantes, como tubos fluorescentes o botes de pinturas, a la basura convencional o a otros contenedores erróneos. Estos residuos deben ser depositados en puntos limpios (pregunta en tu ayuntamiento si no sabes dónde están).

Si en tu barrio no existen contenedores de reciclaje, pide a tu ayuntamiento que los instale. Si vives en una casa aislada en el campo, no te molestes en exigir los contenedores, ya que los camiones de recogida no irán a una ubicación remota. Otra cosa muy distinta es que varios vecinos pidan que se coloquen contenedores en algún punto de la carretera, de tal forma que a la Administración no le suponga un gasto excesivo.

Por último, concluimos que reciclar es importante, pero debe ser siempre el último recurso, ya que hay alternativas mejores para el medio ambiente y para el bolsillo como reducir, reutilizar y reparar.

Te gustará también leer esto:

Archivado en: Basura, Consumo, Contaminación, Medio Ambiente, Noticias de España

__________________________________
Contenido publicado orginalmente en: https://blogsostenible.wordpress.com/2017/05/19/fiebre-reciclaje-cosas-mejor-reciclar-sddr/

Ultimas entradas
Contactanos

We're not around right now. But you can send us an email and we'll get back to you, asap.

Not readable? Change text. captcha txt
0

Introduce tu búsqueda y pulsa Enter para buscar